
Compartimos la Esperanza
El Cima Universidad de Navarra se enfrentaba a un reto complejo: acercar la investigación biomédica a una sociedad que percibe la figura del investigador como algo lejano, abstracto y casi invisible. Nos preguntamos: ¿cómo convertir un trabajo escondido en algo emocionalmente cercano?, ¿cómo lograr que la sociedad sienta como propios los sueños de quienes investigan?, ¿es posible humanizar la ciencia sin perder su rigor?
La respuesta llegó desde un insight profundo: la investigación científica es, en esencia, un acto de esperanza invisible. Un motor silencioso que late en cada laboratorio, aunque casi nadie lo perciba. Y la Navidad, con sus esperas e ilusiones, se reveló como el espejo perfecto donde esa esperanza se vuelve universal.
El approach fue claro: si la sociedad empatiza cuando se siente parte, debíamos encontrar un lenguaje que uniera a investigadores y familias bajo un mismo código emocional. Así nació la idea de contar dos historias en paralelo: la de una niña que esperaba con ilusión la Navidad y la de un investigador que, desde lo escondido, trabajaba con la misma esperanza por salvar vidas.
El resultado fue una campaña que transformó la investigación en un relato humano y colectivo, invitando a la sociedad a adoptar como propios los sueños de la ciencia.
Para Cima, a nivel de comunidad, la campaña logró una duplicación del volumen de seguidores en redes sociales, lo que supuso no solo un incremento cuantitativo, sino también la creación de una base cualificada sobre la que trabajar estrategias posteriores de engagement, nurturing y conversión dentro del funnel.
En términos de notoriedad, la campaña consiguió un alcance superior a las 500.000 visualizaciones orgánicas -sin paid media-, permitiendo no solo generar un impacto de concienciación social en torno a la investigación biomédica, sino también introducir el nombre del Cima en conversaciones donde hasta entonces no estaba presente, sentando las bases de un brand awareness sostenido en el tiempo.
A nivel institucional, la campaña marcó un hito histórico en toda la Universidad de Navarra, consolidándose como la acción con mayor repercusión en Instagram en toda su trayectoria, lo que reforzó el valor estratégico de integrar la investigación científica en un relato emocional y humanizado para conectar con audiencias masivas.
[Agradecimiento muy especial a Blanca Lipúzcoa, Subdirectora de Comunicación del Cima Universidad de Navarra, por su gran trabajo en toda la campaña -de inicio a fin- junto a la agencia].